El lomo salvaje

domingo, noviembre 13, 2005

Toñito "O tolo"

Mi abuela era del Val de Xestoso. Para entendernos, de una comarca entre las provincias de Coruña y Lugo. Quien quiera visitarlo deberá buscar las indicaciones para llegar a Monfero y, después, estar dispuesto a perderse por el monte, hacia las fragas del Eume.

Cuando mi abuela se casó, se fue a Ferrol y nunca más volvió a la casa en la que creció. Es posible que por eso fuera tan fácil convencerla para que contara historias de su aldea, de su infancia. Cuando yo tenía dieciseis años, pasó una buena temporada en cama por culpa de una neumonía. Casi todos los días, al salir del instituto, pasaba a verla. Quería historias y mi abuela me proporcionó un buen montón. Especialmente, de aquellas que solían contarse por la noche, en la cocina, a la vera del fuego.

La casa de mi abuela era grande. Y una de sus riquezas eran los castaños que había en sus terrenos. Ahora estamos en época de "magosto"; las castañas forman parte de la alimentación tradicional en Galicia y el magosto es una fiesta en la que los vecinos se reúnen, asan y comen castañas. Una última reunión social antes de encerrarse en casa por culpa del invierno.

La casa de mi abuela era grande y los "fallados" se llenaban de castañas en otoño. Dice mi abuela que llenaban completamente el fallado y luego repartían entre la gente que solía trabajar en casa de sus padres y aún así siempre sobraban castañas... menos aquel año. Fue un año especialmente seco y la cosecha fue muy mala, los castaños apenas tenían "ourizos" y no produjeron sus frutos. Por primera vez, desde que mi abuela recordaba, el fallado no quedó lleno, apenas sí se llenó la mitad del espacio.

Eso no fue todo. Al cabo de dos o tres semanas, al ir a buscar unas cuantas castañas para echar al caldo, descubrieron que casi todos los frutos estaban mordidos. No eran marcas de ratón, ni de rata, tampoco parecían de deulociña o de cualquier otro roedor... No fue la única casa en la que aparecieron tales marcas. Se pusieron trampas, se buscaron huellas, se echó mano de trucos varios para ver de pillar al bicho que podía causar esa merma... y nada...

Y, sin embargo, Toñito Puxigo, "O Tolo", repetía una letanía por caminos y por las tascas, mientras mendigaba un grolo de vino,

-"Foi o lomo, foi o lomo..."

domingo, noviembre 06, 2005

ATENCIÓN:Un lomo anda suelto

Señoras y señores, noticias de última hora. Tenemos el testimonio de un chico que dice haber visto un lomo en su hábitat natural. Y como muestra de ello, he aquí un dibujo del lomo que vió realizado por él mismo. Indescriptible.



Fuentes muy cercanas a él nos han asegurado que el chico en cuestión no sale de casa desde el incidente y que está recibiendo tratamiento psicológico.
Si alguien más sabe de otros "testimonios" que tienen dibujos puede compartirlos aquí para así recoger información sobre tan misterioso animal ;)