El lomo salvaje

martes, octubre 18, 2005

La prueba definitiva

Para todos los que siguen pensando equivocadamente que el lomo es una parte de un animal, hoy tenían la prueba definitiva de su error en el segundo plato del menú de la cantina: "Cap de llomello" (cabeza de lomo). ¿Acaso tendría cabeza una parte de un animal? ¡Absurdo!

P.D.: Un poco asqueroso comerse la cabeza del lomo, aunque cabe decir que está bastante suculenta.

lunes, octubre 17, 2005

[Microcuento] Amor verdadero

–No te amo por tu dinero, ni por tu belleza, ni por ninguna de esas causas superficiales que a menudo hacen aflorar las más bajas pasiones de los hombres –dijo.

Entornó los ojos, como para ver con más detalle todas sus arruguitas, sus matices, sus curvas caprichosas. Su rostro reflejaba tierno, descarado, todo el deseo y la fascinación que sentía en aquellos momentos.

–Y en eso consiste el amor verdadero, porque lo que yo siento por ti no está movido ni por la avaricia, ni por la lujuria, ni por la soberbia –añadió mientras clavaba el cuchillo con decisión–. Desgraciadamente, no se puede decir lo mismo de la gula.

domingo, octubre 09, 2005

Taxonomía del Lomo

Los últimos estudios científicos revelan un antepasado común entre el Lomo Erectus y el Lomo Sapiens Sapiens (las dos especies salvajes que podemos encontrar hoy en día en la fauna autóctona ibérica): el vulgarmente denominado Croquetón o Croquirraptor, por su costumbre de alimentarse de los pequeños huevos de la croqueta marina común.
Esta especie, que ha evolucionado hasta nuestros días como una rama independiente, comparte el 98% de su ADN con el Lomo Erectus y hasta un 99% con el Lomo Sapiens Sapiens. La mayor diferencia con la especie Lomo Erectus se explica como una evolución endémica de la especie limitada a las islas Columbretes. Las características del entorno propiciaban un apareamiento continuo y una endogamia mayor, que degeneró el material genético de la misma.
Su primo el Lomo Sapiens Sapiens, propio de la península, no sufrió el mismo destino: sus cromosomas libres de malformaciones ayudaron a la especie a desarrollar sus dotes culturales, en especial las culinarias.
Toda una facción de biólogos está estudiando actualmente la interrelación entre el Lomo Sapiens Sapiens y su preferencia manifiesta por el uso de croquetas de pollo salvaje en su dieta. Prevén que en un plazo de cinco años cambiará de manera radical nuestra forma de ver estas tres especies.

jueves, octubre 06, 2005

...quiereme tal como soy.

Intentan disimular cuando estoy delante, pero puedo darme cuenta.

De hecho, soy perfectamente consciente. Se empeñan en darle un toque de naturalidad, me acogen como si quisieran que me crea que sí, que la integración es posible. Pero da lo mismo formar parte del menú cuando notas que nadie te quiere tal y como eres. Hay veces en las que disimular no cuesta mucho, te animas, haces como si formaras parte del conjunto y te tiras a la arena... Pero hay días en los que solamente "intentar estar" duele. Te resistes a admitirlo, pero sabes que algo pasa. Y duele. Mucho.

Lo de ayer fue el acabose. He intentado que no se notase mucho cuando me han liado con el queso, con los pimientos o con el tomate. A veces me ha tocado bailar con el bacon y he mantenido el tipo. Pero ¡queso y bacon! dios, cómo han podido... era horrible estar ahí, retorcido entre pingas de grasumacada del bacon y el queso derritiéndose todo a mi alrededor. Me repetía una y otra vez, "No, esto no está pasando, es una alucinación...", pero no, era real.

No sé. Veo que a la tortilla le va estupendamente. Hay gente que quiere bocadillos de tortilla. Sólo tortilla. Nadie le pide pedigree al chorizo. Conozco a gente que se ventila bocadillos de chorizo (a palo seco) día tras día. Del jamón ni hablamos, para qué. Sabe que todo el mundo le adora; lo que es peor, se lo tiene creído.

A mí, no. ¿Quién ha pedido alguna vez un bocadillo de lomo, a secas, tal cuál? ¿Cuándo fue la última vez que tú lo pediste?... Sí, lo sé. No intentes disculparte ahora. Sé lo que soy: el lomo que aparece en todos los menús y en todas las cartas... porque siempre sobro, porque nadie me quiere por mí mismo...